jueves, 3 de febrero de 2011

Eros y Thanatos



   Escrito en el siglo XIV (1381-1389), en plena Edad Media española, por Juan Ruiz, Arcipreste de Hita. Mediante continuos recursos irónicos, el autor equilibra la desvergüenza y la delicadeza en un texto tan didáctico como humorístico, tan piadoso como lujurioso.El título actual dado a toda la obra (Libro de Buen Amor) se infiere de los propios comentarios que contiene, puesto que ha llegado hasta nosotros sin una denominación genérica clara. Lo propuso el filólogo Ramón Menéndez Pidal en 1898. Nótese que se le denomina “de” buen amor, y no “del” buen amor.




  El Libro es fundamentalmente un catálogo de artes amorosas, con la supuesta intención de evitar el “loco amor” (el que se fundamenta en las pasiones) y promover el “buen amor” (el que respeta las convenciones morales). Pero se trasluciría una intención de “obra abierta” en la que la interpretación del texto la da el tipo de lector.



   Las corrientes historiográficas más recientes (Stuart Clark, María Tausiet) hablan de un lenguaje “de inversión” propio de la Edad Media y el Renacimiento, en el que el Libro se enmarcaría con facilidad, mostrando lo que no es permisible para ejemplificar en sentido contrario. Aunque desde una perspectiva actual el texto se puede tomar simplemente como una gran parodia humorística.
Parece que se ha entendido el Libro de Buen Amor como un ejemplo de la "contaminación " cultural de la época, no sólo en sus aspectos de influencia del mundo erudito y artístico griego y latino, sino también en lo que respecta a la larga convivencia de las tres culturas peninsulares. Esto, junto con una visión burlesca y a veces esperpéntica y deformadora de la realidad y de los moldes literarios, hace del libro un ejemplo de originalidad.
   Su visión de la figura femenina está imbuida de la concepción un poco misógina propia de la Edad Media y también de los tópicos sobre la belleza de este periodo.Vemos un ejemplo de ello en el siguiente enlace. En el texto referente al consejo que don Amor da al Arcipreste sobre el tipo de mujer que ha de buscar, aparece una detallada descripción del tópico sobre la belleza femenina.El carácter satírico, casi esperpéntico de la descripción de la serrana Alda, nos da el contrapunto de este mismo tópico, y es ese contraste el que provoca lá burla y consecuentemente la subrepticia crítica al modelo artístico. Divertida es también la aventura  con la vaqueriza (versos 950 ss.), precisamente por la grotesca visión antifemenina del código propio del tópico.





Hemos visto en clase la influencia que en el planto por la Trotaconventos tiene ese otro tópico medieval del poder igualatorio de la muerte. Ahí os dejo enlazada la Danza de la Muerte que ejercerá como modelo en obras como Las Coplas de Jorge Manrique o en la posterior literatura del Barroco e incluso en el Quijote...


   En el texto aparecen los topoi característicos del género: vanitas terrenal; ubi sunt?; de contemptus mundi; de putredine cadaverum; memento mori; quattor hominum novissima que abarcan la muerte, el Juicio Final, el infierno y la gloria; tempus fugit. Sirven para enfatizar la crítica social, la igualación ante la muerte y el carácter moral y didáctico de la obra.

 

Para saber más sobre la Danza de la muerte. Interesante consultar el apartado titulado De Contemptus Mundi.

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